PUBLICAÇÕES

    JORNAL DIGITAL DOS MEMBROS, ALUNOS E EX-ALUNOS
    36 Novembro 2015  
 
 
HOMENAGEM

Durante os últimos meses, Tato Pavlovsky, Norman Briski e Osvaldo Saidon se reuniam semanalmente, em algum bar de Buenos Aires - ou se comunicavam por diversos meios -, com o propósito de discutir as possíveis dramaturgias que se poderiam construir em torno do “jovem Stalin”. A morte de Tato pegou o grupo em plena atividade, e o texto do Osvaldo, ainda sob impacto imediato, é uma narrativa de suas vivências.
 
 
TODAVÍA NO
OSVALDO SAIDON[1]
 

Pensé que a partir de tu insistencia con esta historia de hacer una obra sobre Stalin - que no sabemos adónde apunta - leerte una carta, un mail en realidad, que recibí a raíz de una carta de la hija de Alekhine - aquel legendario campeón de ajedrez que fue liberado después de ganarle una partida a Trotsky. La hija habla como si te conociera tal vez en ese viaje a Rusia que hicieron con Armando[2]  y le pide a la Sociedad Argentina de Ajedrez que te solicite apelando a tu vocación de deportista. Les aclaré que no incursionaste en el deporte ciencia pero no les importó y siguieron con que sos doctor y que has entrenado y competido en deportes de gran tradición en Rusia como el box y la natación y que visitaste ese país y te portaste como un caballero y que desde esta nueva Rusia Cristiana heredera de aquella que habitaron tus antepasados te piden que te dejes de joder con Stalin.

La hija en una dudosa traducción del ruso dice:

“El Doctor o el actor o el escritor, en fin el Señor Pavlovsky, tiene un don, una habilidad y una manía: que es capaz de hacer querible a cualquier monstruo. Así, hay momentos que realiza un tipo de actuación y escribe unos textos que nos conmueven al punto de identificarnos - aunque más no sea por un rato -con un torturador como Galíndez, o con un apropiador de bebés como en Potestad.

Esa inmersión en la complejidad del alma humana es de otra época. La sociedad, los ajedrecistas y los deportistas en general, no necesitan repensar sus convicciones.

En nombre del deporte y de la tranquilidad de comunistas  de ayer y de hoy: basta.

Ya fue suficiente con esa versión de Meyerhold[3]  que hizo.”
 
Dicen que unos grupos de teatro under de Moscú la quieren pasar en la fiesta de inauguración del mundial del 18.
 
Justo esa mañana del domingo cuando te iba a dejar este mensaje en tu contestadora electrónica me llamó Norman[4] . Pensé:  y ahora qué pantalón me pongo? Hoy me entero que en la madrugada antes del síncope te levantaste te pusiste el pantalón y los zapatos pero Susy[5]  te convenció de volver a la cama; ibas a dejar uno de tus mensajes matinales en al contestador bien tempranito antes de que uno pudiera atender el teléfono e interrumpir tu monologo...

Ahora me acuerdo, hablando, de qué pilcha hay que ponerse de uno de los últimos mensajes en que me avisabas que
 
“En  la recepción que le harán como ciudadano ilustre al Dr. Pavlovsky le solicita que Ud vaya bien elegante y que no se compre el saco en esas baratijas sefardíes del once; el doctor le va a mandar un verdadero saco de clase de acuerdo con la ocasión”.
 
Esos pantalones anchos sin gracia que usabas en el escenario los cambiabas al terminar la función por unos más ajustados y una polera negra al cuello que te quedaba muy bien y asi salías del camarín e ibas a esperar los comentarios del publico; allí las chicas las tías y las amigas me venían sin ningún pudor - como si yo perteneciera a un grupo gay de seguidores de Tato - con la repetida frase  “Que bueno que está Pavlovsky”.

Todos te dicen que vos tenés que cobrar un poco más y trabajar menos pero qué le vas a hacer ya se nunca te gustaron  los terapeutas que cobran caro;  encima con ese respeto que te viene de familia por la ciencia médica te pasaste un buen tiempo  con una camada de psis medio biologista  medio cuadrada que confunde intuición creadora con delirio, que te andaba haciendo tests y otras yerbas. Yo  veía cómo te acordabas de todos los pacientes, de las novias o de los novios que tenían de la guita, que te debían de sus repeticiones y de sus transformaciones y de todos y cada uno de tus amigos - sí de tus amigos, de lo que hacían y de lo que no se atrevían, a todos nos dabas un papel, un rol para habitar, un libro para leer, un desafío para pensar.
 
Así que aguantá, dale, un poco más.

Hoy todavía no quiero despedirte.
 
 
                                                                               Osvaldo  Saidon
                                                                                Octubre 2015

 

______________________________

[1]Psicanalista e analista institucional, autor de Devires da Clínica (Hucitec), entre outros.
[2]Ref. a Armando Bauleo, parceiro de Tato em trabalhos como Psicoterapia em situações excepcionais (1976).
[3]Vsevolod Emilevitch Meyerhold, grande ator de teatro e um dos seus mais importantes diretores e teóricos na primeira metade do século XX. Integrou o Teatro de Arte de Moscou e foi sumariamente executado pela ditadura stalinista em 1940. Seus trabalhos estiveram banidos até 1955, quando foram reabilitados pela Corte Suprema da antiga URSS.
[4]Ref. ao ator e dramaturgo Norman Briski.
[5]Ref. a Susy Evans, esposa de Tato.



 
 
Departamento de Psicanálise - Sedes Sapientiae
Rua Ministro Godoi, 1484 - 05015-900 - Perdizes - São Paulo - Tel:(11) 3866-2753
www.sedes.org.br/Departamentos/Psicanalise/